El pueblo de Valverde, noble villa, resulta que es hoy por hoy, con más de 2 millones seiscientos mil euros amarrados, el octavo Ayuntamiento de España en el lamentable ránking de la deuda a la Seguridad Social, una circunstancia que nada de raro tiene teniendo en cuenta quiénes son los administradores del caudal público, pero que resultará un grave obstáculo para que el pueblo consiga los préstamos imprescindibles, las inversiones del Plan E –¡y con la Plaza hecha un solar!—o los Talleres de Empleo. Sale mucho más cara esta tropa advenediza –incluso sin contar las mariscadas– que un equipo de profesionales solventes. Los valverdeños deberían considerar esta paradoja calamitosa.