El de los EREs parece un asunto sin fondo a la vista de lo que en ellos se va descubriendo. De arriba abajo y de derecha a izquierda, porque lo mismo aparecen en ellos sorprendentemente los grandes ídolos caídos de nuestra historia reciente, como Ruiz Mateos o Conde, que figuran mindundis avalados sólo por su ejecutoria en el partido. Toda una trama, no caben ya dudas, de la que apenas sabemos cuatro datos y que la mayoría absoluta del Parlamento se empeña en mantener oculta. Aunque la verdad es que, teniendo en cuenta lo ya descubierto, tiene su lógica humana ese cierre de filas.