No creo que llegue muy lejos el “decretazo” confiscatorio de la vivienda que IU le ha impuesto Griñán en la Junta, como no puedo entender la razón por la que el Consejo Superior del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se han lanzado a la piscina para darle la bienvenida. Lo normal será que el Gobierno impida esta demagógica expropiación como inconstitucional en concordancia con la inmensa mayoría de la Opinión Pública. Aunque de lo que creo que se trata no es tanto de hacer esa revolución como de tapar el escándalo de los ERE, cada día más asfixiante para Griñán. El PSOE juega con fuego dejando la dinamita en manos de esta IU. Pero ¡a ver qué va a hacer!