Coincidiendo con la toma de posesión del nuevo Gobierno, lanzaba antier VOX su primera exigencia recordando el valor de un apoyo que no se le puede negar. Quizá sobraba tanta urgencia, porque las prisas nunca fueron buenas, y cualquiera comprende que el nuevo Ejecutivo precisa del imprescindible sosiego para arrancar la legislatura. “Pacta sunt servanda”, los pactos están para cumplirlos, desde luego, pero todo será más fácil (para todos) si desde fuera no se le añaden a la nueva Junta dificultades añadidas, y se aparcan lealmente las vehemencias particulares. Cualquiera entenderá que es enorme la tarea que aguarda a ese Gobierno que, con seguridad, funcionará más y mejor sin prisas ni presiones innecesarias.