En varias ocasiones nos hemos referido aquí a los trabajos de Di Trocchio, el gran debelador de “Las mentiras de la Ciencia” desde Newton al doctor Gallo pasando por Einstein. Los sabios no siempre cuentan la verdad, es más, con frecuencia mienten con descaro, bien empujados por la ambición personal, bien por puras motivaciones económicas, sin descartar la vanidad ni la contumacia. La última de la serie es el descubrimiento de que los más altos responsables del estudio del “cambio climático” habrían mentido soberanamente al informar al mundo –empezando por la ONU—de circunstancias del todo falsas, como la presunta ruina que, en el próximo cuarto de siglo, habría de acabar con los glaciares del Himalaya o el falso aumento en dos grados de la temperatura siberiana durante el siglo XX, predicciones sólo posibles en base a una descarada falsificación de los datos probatorios que los sabios habrían perpetrado sin temblarles la mano. Los sabios son de carne y hueso, tienen su corazoncito y su cuenta corriente como cualquiera, pero hay una pregunta que comienza a fraguar en la duramadre de los peatones de este mundo: ¿cómo va a mantenerse una sociedad que ha dejado de creer en sus políticos (las explosiones de ‘leadership’, como el obamismo, no son más que un recurso de emergencia ante ese fracaso) y que tampoco puede confiar ya en unos científicos a los que venía considerando poco menos que espíritus puros? Una a esa cuestión el fundado temor que sugiere la fábula del pastor y el lobo, y nos veremos ante un panorama desolador en el que los responsables de la salud del planeta han sido capaces de pringarse por dinero engañándonos con el espectro de una pandemia que no era sino un invento para potenciar el pelotazo de la farmaindustria y de paso llevarse el manso ellos mismos. Y eso es un peligro porque ya se sabe que si se puede abusar de la confianza sin mayor riesgo, abusar de la desconfianza es suicida.
Es probable que la gran tarea moral y política de los gobernantes del siglo XXI vaya a ser reconstituir esa imprescindible confianza perdida que, la verdad es que, salvo excepciones, nunca existió, pero sin la cual resulta impensable una convivencia ordenada. Nuestro mismo Gobierno amaga y da marcha atrás con graves proyectos un día sí y otro también, unas veces probando el globo-sonda y otras, simplemente, por improvisación o atolondramiento. ¿Cómo vivir en sociedad desconfiando de la autoridad responsable? Siendo cierto que en todas las épocas los hombres miraron con recelo a sus gobernantes, más lo es que en la nuestra –global y no poco transparente—estamos tocando fondo jamás alcanzados.
Nuevo toque de atención sobre el pelgro que supone el descrédito de la autoridad, sea ésta política o social. No podemos fiarnos de nadie, cada día menos. Esta carrera egoísta es suicida pero ni los más obligados por su capacidad a frenarla se ocupan de ello.
Es tan vieja como la humanidad la incerteza de su origen y su fín. Los trabajos sobre paleontología y antropología han aportado datos que revelan muchos de los cambios NATURALES y humanos en el planeta tierra.
Cambios de nuestar órbita solar y cambio de la polaridad de la Tierra, por la influencia de astros y asteroides de diferentes composiciones que afectan a las leyes naturales, pero temporales de los humanos y que estos «determinan» en un corto espacio del tiempo cósmico.
Querer detener a los cuerpos celestes del universo para que nuestra vida sea eterna, es una gran estupidez humana.
Si el hombre no rompe el equilibrio entre sus deseos y la leyes de la natualeza, unicamente gana un poco tiempo de su corta existencia.
Y aquí en este planeta miente hasta……. el gato.
Buenos días desde el Baix Llobregat.
Si ya afirmaba el espaguetigüestern que la muerte tiene un precio, ya me dirán si no lo va a tener la vida, la regalada vida que terminan por permitirse los que comienzan en el platonismo de la juventud con el esfuerzo de la investigación, con el romántico principio de la ciencia, para claudicar antes las fuerzas del Mal, perdón, quería decir del dinero.
Y el otorrino, si le untan lo suficiente, podrá afirmar que en los días previos a la intervención mínima es preciso el uso masivo de ansiolíticos para conseguir que el paciente llegue al quirófano relajado y embargado de placidez canutera. O el científico que ha dejado años y pestañas entre su microscopio y la pizarra empetada de fórmulas, tras la poderosa influencia en metálico de una gran petrolera, esgrime una estadística manipulada para afirmar lo que haga falta sobre los beneficios del ceodós o la bastinación de los infatuos polimerizados.
Mardito parné, que por tu curpita, etcétera.
Creer es una necesidad fisiológica, guste o no. Lo dice la razón que analiza el cerebro. Y hay quien explota mejor que otros la capacidad de inducir la fe en los demás. Que se lo pregunten a los banqueros y su habilidad para crear fe (dinero fiduciario): http://video.google.es/videoplay?docid=-2882126416932219790
En materia de fe, como en cualquier otra, pienso que hay que mantener un equilibrio con los elementos racionales que la contrapesan. Y viceversa, para no terminar teniendo fe en la razón, como hacen los racionalistas.
Saludos
Compruebo que el video recomendado no funciona. Prueben con este otro: http://www.youtube.com/watch?v=nHt2MJTqUOQ
Disculpen
Tema impresionante, el de la quiebra de la confianza en la autoridad. No puede uno fiarse de nadie (Y NO EXCLUYO A N A D I E…nisi a Deo ). Me iinteresa este tema ya planeado otras veces, se vé que ja anda preocupado con él.
Muchos sabios y muchos periodistas han trincado cuartos para negar y/o para ridiculizar el cambio climático. Han cobrado del gobierno de los EEUU y de las petroleras multinacionales.
¿Alguien cree que este planeta, o cualquier otro, puede resistir un crecimiento indefinido de su población humana más un crecimiento indefinido de la demanda energética de cada uno de sus habitantes? Estamos enviando a la atmósfera en unos años el TODO CO2 que la vegetación redujo almacenándolo en muchos millones de años.
Este verano ha sido el primero de la historia en que se ha podido navegar desde el Atlántico hasta el Pacífico por el norte de América. Esto es un dato.
En lo único en que hay duda cierta es en cuanto tiempo el clima se hará insoportable para la especie humana porque el anegamiento de miles de islas y docenas da países costeros no pasarán de ser considerados como meras catástrofes locales.
No nos agobie, don Griyo, hoy que la fin nos han olvidado los insultadores a sueldo. El tema es el de la confianza perdida y el problema, recuperarla. Todo lo demás podemos aparacarlo como minucias entre sacineros.
La desconfianza y la desafección comienzan en la escuela, donde el niño (el que asiste) aprende a «buscarse la vida» u orinatrse por sí solo ante un sistema que poco tiene que ver con sus expectativas y con la realidad. No nos damos cuenta de la gravedad de este tema. Y sin embagro, se mantienen confianzas políticas inexplicables…
Toda actividad influyente se contamina, incluida la ciencia. Nadie puede esperar que los sabios, salvo excepciones, resistan las tentaciones del gran negocio, como nadie puede ser tan tonto como para imagunar una policía sin agentes corruptos comprados por el narco u otras grandes potencias. Ningún Poder dice la Verdad porque sabe que no le conviene compartirla, pero sobre todo, cualquier poder está sometido a las tentaciones del Mercado. El ciudadano se encuentra indefenso ante estas mentiras y ante sus corrupciones. Pero m ucho me temo que ello vaya implícito en todo sistema de organización social.
El bluff del cambio climático (llevado a extremos apocalípticos) todavía tiene un pase, pero si se confirma la maniobra de los científicos en lo de la gripe A la cosa no ebería quedarse en merp rechazo social sino comportar sanciones penales importantes. No s epueed alarmar al mundo y empeñar a los Estadosen beneficio propio y si se hace debe ser pagado en proporción.
Qué paz reina hoy en el Casino, luz velada, conversación amistosa. Esto es loq ue no entienden queines se buscan la vida a base de enfrentar a unos con otros, que pos algo se llaman «partidos» las empersas en que cobran a fin de mes con cargo al sufrido pueblo contribuyente. ¿Cómo fiarnos de ellos, en efecto? Si ahora tampoco vamos a poder confiar en la autoridad de bata blanca, apaga y vámonos, pero yo veo en el tratamiento que jagm da a este tema (varias veces abordado aquí) una cierta esperanza o mejor dicho la sobra de la esperanza de que esto no sea inevitable y quepa enderezar las cosas. ¿Ustedes que creen, mis buenos amigos?
Que eres gili y escribes fatal.
Oyesh, Multi, ¿dónde te metiste ayer? Tampoco fue para tanto.
Coc, coc, coc, cooooc, coooooooc,….
Son los temores del llorado Bourdieu pero, en realidad, algo muy antiguo en el sentimiento y en el pensamiento humano. La historia del Pode rno es, en general brillante, sino la de un mal inevitable al que resulta imposible controlar a fondo, porque tiene en su mano demasiados resortes. Miren lo que está ocurriendo don el «chivatazo», lo que ocurrió en la Francia del caso Ben Barka, la historia de aquelsecretario del ONU cuyo avión estalló en vuelo… Los magnicidas de César alegaban en su defensa que habían intentado que el Poder no se extralimitara en manos de un hombre solo. Otras veces se han cometido magnicidos en nombre de lo contrario. Más indignante es lo que los cient´ñificos vendidos al dinero, pero sin olvidar el espactáculo de desinformación que han dado los Goniernos, empezando por los EE Unidos.
Tadeo, que te veo, corre que te echan de menos en la AGRUPACIÓN, oooooh, bendito pesebre.
Qué desagradable se pone este casino cuando aparecen los ultra sur, porque no les quepa duda de que sun ultrasur…
El tema, interesante y repetido aquí, como se ha dicho ya. Y está justificada la repetición porque en buena parte el desastre de estas sociedades desatentadas procede de la falta de autoridad y ésta de la falta de confianza. Ningún Poder suele ser efectio sin alguna clase de apoyo colectivo. El q
Qué desagradable se pone este casino cuando aparecen los ultra sur, porque no les quepa duda de que sun ultrasur…
El tema, interesante y repetido aquí, como se ha dicho ya. Y está justificada la repetición porque en buena parte el desastre de estas sociedades desatentadas procede de la falta de autoridad y ésta de la falta de confianza. Ningún Poder suele ser efectio sin alguna clase de apoyo colectivo.
Disculpe don Rogelio.
La confianza perdida casi siempre es irrecuperable.
¿Cuántas veces nos han dicho mentiras como puños a porque saben que los escuchantes o los lectores no podemos responder?
No me diga eso, don Griyo: ahí tiene el furor obamista, por más que ya dé síntomas de debilidad. Los alemanes dudaban de la señora Merkel y ya ve cómo se ha afianzado. No creo que el escepticismo radical sea realista.
Coc, cooc, coooc, cooooooc,…
Multi, no te pluriemples tanto. Relaja tu compulsión, que cuando te ausentas dejas el Casino vacío y a la vieja le entra la depre.
Estáis atravesando un mal momento, mis cuates, con ese Zapatilla en caída libre, la Bolsa despeñada, el país mano sobre mano y mucha gente a la luna de Valencia. Véis que se aproxima uno voltio de la tortilla y que os quedáis boqueras. Siempre os quedará el bocata mitinero.
¿Y a mí nosotros qué, tontolaba? Ja, ja, ja…….que echen al Zejas a los cerdos, no te j_d_. Tienes que ser de esos zombis que se pasan enchufados al forraje del Sistema, EM, Público, Gazeta, PD, EP, ABC,…. Pobrecito.
¿Alguien sabe qué es eso del Faisán? ¿Es que se fueron sin pagar de algún mesón?. Lo único que les hacía falta a los políticos españoles. Qué vergüenza, no doy crédito.
Besos a mi perrita Lupe.
A Vds. que les den. (para que no me confundan con la otra)