Las opiniones que resuenan por los Juzgados nos traen por la calle de la Amargura. Dicen, por ejemplo, desde el pretorio de Invercaria que lo que está haciendo»contra» ella una Justicia elemental es abrir una auténtica «causa general», pero desde la Fiscalía le responden que la Junta daba a sus beneficiados préstamos sin documentación, así, como lo oyen, a lo tonto modorro. Y por su lado, el impagable presidente del CGPJ –baranda máximo de la Justicia andaluza– cierra discreto la boca para no hablar de la desconcertante instrucción de los ERE pero la abre para repetir que «no le gusta el tratamiento informativo» que «algunos medios» están dando a la labor (o a las ausencias) de la jueza instructora. Decididamente, malos tiempos aquellos en que los jueces dan titulares.