No habrá demócrata auténtico que no se escandalice de nuestra situación autonómica, en el caso de que se cumplan esos pronósticos electorales que anuncian que Chaves podría renovar su mayoría absoluta a pesar de la mala opinión que de él y su “régimen” tiene una paradójica mayoría de ciudadanos andaluces. Así, que la mitad casi exacta de los electores juzguen regular/mala/o pésima su gestión en la Junta. O que casi tres de cada cuatro no se trague su declaración oficial de patrimonio (lo de los 3.000 euritos, ya saben).O que casi un 69 por ciento esté a favor de limitar los mandatos (como prometió ZP al llegar, ojo). O que –y estos es ya más desmoralizador– que un 57 largo de andaluces no sólo acepte como cierto el montaje de sus hermanos en la Junta sino que pide que se adopten medidas para impedirlo. Ahí lo tienen: el “régimen” de frente y de perfil, Chaves desprestigiado pero hegemónico,”protestantes” fieles a la vieja iglesia. Craso y Pirro en una pieza. Esto no hay forma de tomarlo en serio.