Cuatro Universidades “de primera” –las Autónomas de Barcelona, la Pompeu Fabra y la Carlos III– se han puesto de acuerdo para apostar por el modelo universitario europeo y alejarse del que llaman “modelo provinciano”. Y lo han hecho con las bendiciones de la ministra del ramo, Mercedes Cabrera, que ve con buenos ojos que haya universidades con vocación internacionalista y que apuesten por la excelencia, junto a otras –digamos que algo así como “primas pobres”– que “podrán ser provincianas si así lo deciden” o que, como ha dicho otra responsable, que “aquellas universidades que deseen distanciarse y quedarse atrás, que lo hagan”. Habrá más y mejor financiación para las “de primera”, obviamente, y calderilla para las otras. La Onubense no debería pasar por alto este proyecto del Gobierno que la condena, como a otras tantas, a languidecer en la “segunda división”.