En el mítin de antier doña Susana se desmelenó aunque, ay, con una audiencia solamente mediana. Pasaron los tiempos de las aglomeraciones y los “no hay billetes”, dividida como va la tripulación en el barco del PSOE, y comprobarlo en Sevilla resulta por completo elocuente. Ella habló de “quitarse la espinita” del bastinazo sufrido y hasta osó desafiar al jefe diciendo que volverá a la Presidencia a pulso de los suyos, “desde aquí y sin depender de nadie”, buscando el voto “casa a casa y barrio a barrio”, todo ello mientras un Sánchez indiferente distraía la mirada. La escena recordaba al corrido mexicano: “Gritó Emiliano Zapata/ quiero tierra y libertad/ y el Gobierno se reía/ cuando lo iban a enterar…”. Pues eso.