No tiene gran sentido disputar ahora los detalles de esa Agencia Espacial con que el sanchismo ha apostado por su Ayuntamiento en una comunidad que, no se olvide, está en este momento en manos ajenas. Ni siquiera sabemos aún cómo será el invento más allá de su atractivo título y, por supuesto, competirá a sus beneficiarios abrirle perspectivas y eliminar trabas. Lo que no caben son las quejas partidistas por la concesión porque si es verdad –y es obvio que lo es—que el Gobierno del “no-Psoe” arrima el ascua a su sardina, no lo es menos que los Gobiernos del PP podrían haber primado a Andalucía durante sus mandatos y no se recuerda que lo hicieran demasiado. No sólo Sevilla, sino Andalucía, deberían celebrar un beneficio que, eso sí, no es todavía más que un prometedor embrión.