La mayoría de onubenses y gaditanos contemporáneos de la porfía ecologista por impedir la conexión Huelva-Cádiz rodeando Doñana está hace tiempo jubilada. Sus nietos asisten hoy, sin embargo, a una nueva intentona de impedir su trazado al “Gobierno del cambio”. Muy justificadas han sido siempre las acciones públicas en pro de la conservación del Parque Nacional pero ésta de mantener aisladas a dos capitales apoyados en una visión maximalista de la realidad no lo es y dura ya demasiado, en perjuicio de una importante población. “Ne quid nimis”, nada en exceso, estaba escrito en Delfos. No le vendría mal a muchos empestillados atender al antiguo consejo.