De mal en peor va el sumario en el que se imputan al alcalde de Punta Umbría, al secretario local de PSOE y al concejal de Urbanismo los delitos de prevaricación, fraude en la contratación, falsedad y alteración del precio de subastas. Un caso malo para los implicados y para el PSOE que, con su estrategia de ganar tiempo, puede verse con el estallido del “caso” en puertas de las municipales. Además de la cinta intimidatoria grabada, ahora se esgrime también el fantasma de una firma falsificada. Mal asunto, ya digo, del que no se escapa ni la Ejecutiva provincial de la que, incomprensiblemente, sigue siendo miembro uno de los acusados.