Nada explicita mejor la inanidad de la oposición andaluza que las pamplinas que esgrimen contra el “Gobierno del cambio”. Como si no viviéramos el momento más crudo de la crónica autonómica, unas Izquierdas desconcertadas se entretienen estos días en clamar contra cierto video conmemorativo de la autonomía que, a juicio de esos robespierres, pronuncia indebidamente el “andaluz”, y ya de paso, a pleitear contra el improvisado escudo institucional del Presidente, no poco insustancial, desde luego. Destaca en ese coro la ex-podemita Teresa Rodríguez –célebre por su bárbaro asalto al Rectorado sevillano y por su fonética depravada—paradójicamente reconvertida, como si no padeciéramos mayores problemas, en arcangela flamígera de ese indigente acento identitario que se empeñan en imponer a nuestra vieja caricatura. ¡Nos’ha joío!, como diría ella.