Para llorar (patético, diría un moderno) el embrollo dialécticpo con que el pobre de Pepe Juan trata de adecentar su defenestración fulminante (y razonable, dadas las circunstancias) a favor de la Parralo. Graciosísima la ocurrencia de ésta de afirmar como si fuera algo notable –¡una candidata a la alcaldía!—que vive en Huelva, que le gusta la ciudad y que es un orgullo que a uno/a lo nominen para aspirar a la vara. Trillo dice, la criatura, que “políticos tan notables como Gallardón, Aznar o González ganaron a la tercera”, sin darse cuenta de que esa opción es precisamente la que la “mesa camilla” no está dispuesta a darle a él. Y por si algo faltaba, el autodidacta Mario Jiménez descubre tautológicamente (aunque como el personaje moleriano él no sepa que está hablando en prosa) que los dirigentes del partido “harán las listas que tengan que hacer”. ¡Qué rara campaña vamos a tener entre unos y otros! Empezando por una aspirante a alcaldesa que debe aclarar que vive en la ciudad (cosa nada evidente) y que le gusta su ambiente. Lo que sea, sonará. Pero mientras vamos a escuchar mil y una pamplinas.