Parece que esta campaña electoral va ser muy diferente de lo habitual. Sobre todo, porque por primera vez, la propaganda electoral de los partidos andaluces parece que va a prescindir de los líderes nacionales para centrar la atención en los propios. Del lado del PSOE, porque el partido atraviesa una crisis tan profunda y creciente que ya se desmarcan, de su proyecto hasta sus más acreditados dirigentes, y a causa de que, en el nivel regional, se cuece una sorda revancha de los purgados por Espada que es más que posible que –como quizá ocurrió ya en las elecciones autonómicas—acabe pesando en las urnas. Y por parte del PP, debido a que el intacto margen de confianza de que goza Juanma Moreno garantiza su objetivo mejor que cualquier auxilio jerárquico. Quizá por eso esta sea la campaña más “autonómica” celebrada en Andalucía.