Peor que peor lo ha puesto el presidente Griñán al tratar de “explicar” el lapsus famoso: “Que Zapatero sea malo no los convierte a ustedes en buenos”. Dice que es una buena idea mal expresada, como si en política –esa cacería que no cesa—cupiera el error cuando concierne a materias tan graves. Mejor dejarlo como está, me parece a mí, mejor no meneallo. Y en cuanto a eso de que el rival que se alegra de la metedura de pata es un necio, mejor dejarlo también. ¿O es que él no se hubiera alegrado si a Arenas se le escapa lo que a él pero referido a su jefe? No la toques ya más. El poeta llevaba razón.