La ministra de Cultura podría prestarle este título de uno de sus guiones a los estrategas de su partido que prometen lo que se tercie sin el menor ánimo de cumplirlo. Ahí tienen el cuento chino de los tres puentes a Punta Umbría que, dos años más tarde, no han conseguido siquiera que se decida un trazado definitivo entre las cinco opciones que barajó la Junta. Como el AVE y su estación, como el aeropuerto, como la Ciudad de la Justicia, como… Antier Díaz Trillo, muy venido a menos, decía imperturbable que el ritmo de ese proyecto de los puentes era “razonablemente satisfactorio”. Son unos mentirosos, en resumen. Unos mentirosos que saben que, dada la inopia ciudadana, entre elección y elección no hay compromisos que valga.