Eso de llamar “ajuste del mercado laboral” a la debacle del empleo regional supera con mucho el récord irresponsable de una Junta que había prometido el pleno empleo. El gobierno está para animar y no para deprimir, por supuesto, pero eso no equivale a engañar a los ciudadanos para justificar su impotencia y su inepcia. Andalucía está en el peor momento de esta crisis y de su historia autonómica, y no en ninguna imaginaria coyuntura esperanzadora. Decir lo contrario –¡en el BOJA!—es algo más que una licencia retórica y algo más que una ligereza.