Lo del hospital Infanta Elena, le hecho de que un hospital moderno no disponga ni de una sola habitación acondicionada para las necesidades de los enfermos discapacitados, resulta sencillamente sangrante. No sólo por el drama diario de ese enfermo incapacitado que reclama aseos adecuados, sino porque lo que hay que preguntarse es cómo es posible que en tantos años como lleva funcionando ese hospital, ni siquiera hubiera trascendido el problema. ¿Cuántos desgraciados habrán padecido en silencio lo que le actual reclamante, cuántas reclamaciones habrán recibido los responsables de esa situación ignominiosa? Que el ‘JRJ’ no pueda librarse de su endémica ‘legionella’ por su impropia cañería o que el ‘Infante Elena’ no esté preparado para pacientes sin movilidad resulta difícil de creer e imposible de justificar. Por el silencio de los propios sanitarios, por la pasividad gregaria de los pacientes, por el trescarajismo del SAS, Huelva sigue teniendo sus islas tercermundista en los lugares más delicados.
Las lacras de la s. pública dejan a la p. de Keops a la altura de un grano suelto de carrtera asfaltada. ¿Cuántos años transferidas las competencias en salud? ¿Qué esperar de una consejera a la que debemos -hágano, plís- admirar enla tv, sin volumen, para redondear la admiración hacia ella? Tiene ‘zonas amigas’ donde repartir prebendas y ‘zonas enemigas’, a las que ni agua.
La neología ‘trescarajismo’ merece un sitio junto al m. del Prado.
164jmu7n [URL=http://www.125199.com/689477.html] plz53qm8lditl3 [/URL] hbs2ho06hto27l
164jmu7n http://www.764692.com/564777.html hbs2ho06hto27l