Ilustran ese mapa que ayer publicábamos 6 colores, desde el gualda claro de la prosperidad al triste morado del atraso, y Andalucía aparece en él tintada de ese color. Tras más de tres decenios de “régimen” y la millonada recibida de la solidaridad europea, nuestra comunidad autónoma –junto con el Mezzogiorno italiano y la Grecia arruinada– sobrevive con una tasa de paro máxima, una mermada población activa, un raquítico PIB y una población mal instruida, siempre por muy debajo de las medias española y europea. ¿No es evidente el fracaso de nuestra autonomía, por qué se mostrarán tan optimistas nuestros rabadanes si el rebaño ramonea famélico a duras penas? Quien dirige este diario se quejaba antier aquí de la pasividad social. No seré yo, desde luego, quien le discuta su razón.