Si les digo la verdad no he tenido el menor problema para entender a la ministra Bibiana sostener que el feto de catorce semanas es un ‘ser vivo’ pero no un ‘ser humano’ sencillamente porque, según ella, ese extremo “está demostrado científicamente”. No hay por qué darle vueltas a la propuesta de una ignorante, ni merece en absoluto la pena detenerse a disputar con quien, con toda seguridad, sería incapaz de plantear racionalmente la cuestión dada su incultura palmaria. De una persona que inventa “miembra” para referirse a los miembros femeninos no hay por qué esperar más que tonterías, mayores y más graves, es verdad, a medida que el ámbito dialéctico se hace más profundo, por la razón elemental de que de donde no hay, no se puede sacar. Más me ha sorprendido el deslucido capotazo con que ha querido hacerle el quite el ministro de Educación, esa sorprendente manifestación de que, como metafísico profesional, él “necesitaría un buen rato para decidir que es un ser humano”. Son la monda estos metafísicos o, al menos, algunos metidos a políticos, y en este caso el despropósito es de tal envergadura que cuestiona seriamente la coherencia intelectual de quien lo produce. Claro que Gabilondo, el ministro, no sabemos si encuentra la dificultad en la propia noción de “ser” o en la condición “humana”, pues en el primer caso habría que darle cuartelillo, dada la antigüedad de la cuestión que alguien resumió muy bien explicando que, ya en los albores de nuestra civilización, los razonantes advirtieron pronto la dificultad léxica ligada a la ontológica que implicaba la cuestión. Hablando de lo que nosotros llamamos “ser” no es lo mismo traducir el “tò ón” de los griegos que el “quod est” de los romanos, ni sería cosa de meternos en Parménides y Heráclitos. Por su lado insigne, Aristóteles distinguía, bien lo sabemos, entre el ‘ser’ propiamente dicho y ‘el hecho de que algo sea’, pero lo que nunca estuvo en cuestión, fuera del pragmatismo jurídico romano, es la ‘humanidad’. ¿Lo ven? Ya nos estábamos liando por culpa del metafísico.
No hay por qué estar con el fundamentalismo dogmático en el asunto del origen. Hay tiempos y tiempos, y un óvulo fecundado no es todavía, evidentemente, un niño, del mismo modo que un huevo con engalladura no es un pollo. Ahora bien, la embriología nos proporciona hoy una perspectiva tan apabullante de la ‘continuidad’ del proceso reproductor que hay que ser, a su vez, otro fanático para defender que un cuerpo humano, de origen humano y con destino humano no lo es. No sé para un metafísico tan erístico como Gabilondo, pero para mi lega y modesta noción está tirado decidir lo que es un ‘ser humano’. Porque desde luego, si ya dio malos resultados aquello de hacer de la filosofía “ancilla theologiae”, peor los da, como está a la vista, convertirla en sierva de la política. Bibiana, sin oficio aunque con todo el beneficio del mundo, puede decir lo que se le antoje. El metafísico debería tentarse la ropa antes de entrar a ese trapo.
Se agradece la displicencia con que trata a la ministrilla, una auténtica boba a juzgar por suys manifestaciones. En cuanto a la carga que le da al rector metafísico, chapeau! Tanta ignorancia llega a ofender, tanta prepotencia a irritar. Comprendo y aplaudo la opcíón por la ironía un tanto agresiva de jagm en la columna de hoy. Esta patulea no merece otra cosa.
Excelente «toque» al ministro metafísico (a la ministra boba no merecía la pena), erudita argumentación. El ministro que fue hermano marista no sabe donde se ha metido.
Pedante como de costumbre al señor de la columna, bobos los comentadores. Ninguno de ellos le llega a la suela del zapato al gran ministro y rector.
minitros fuera ya empezando por el de justicia y terminando por el resto .
No nos desviemos del tema, amigo Vicente, y el tema hoy no es otro que el de la ardua cuestión de saber que clase de ser es ése que se desarrolla en el seno de una hembra de la especie humana, cuestión que la ministrilla da por «científicamente probada», la muy ignorante, y que el mdocto ministro metafísico dice que necesitaría mucho tiempo para reflexionar y decidir. Agradezco a ja que haya usado de su ironía desdeñosa para la primera vy haya fustigado al segundo con un mínimo alarde de erudición. No creo recordar un caso más indignante que éste en todo lo que llevamos de democracia.
Miren, de verdad lo que me sorprendería es que sentado a la sombra de la nogala, tan dañina si se está sudando, una ráfaga de aire hiciera caer tres o cuatro brevas maduras. ¿O ha conseguido alguien recoger la cosecha de peras de la olma?
Me he puesto delante una ‘foto de familia’ de nuestro actual gobierno: el Rîsîtas, las dos vicetiples, el tercer vice –el bueno de Manolo-, Curro Desatinos, RuGALkaba, la Chacona, el hermano del Manipulondo -nuestro hoy asaeteado- la Bibi… Creo que nunca habíamos llegado a semejante grado de vacuidad, de incompetencia, de mediocridades. O sea.
¿Qué añadir a la columna? ¿Qué añadir a la nómina de Scéptika? En todas partes cuecen hahas y en muchas se protesta del Gobierno, pero lo que nos está pasando a los españoles en estos últimos tiempos es excesivo. El caso de hoy –la postura oficial del Gobierno frente al concepto de vida humana– demuestra que lo peor que hace este personal no es lo que sabemos por la calle y el telediario, sino su «pensamiento» profundo (?¡), sus ideas básicas. Están hechos a la medida de ese intrigante con suerte y la cabeza vacía que nos invita a trabajar y consumir. Qué puede esperarse en consecuencia.
El señor ministro da la medida de su comrpomiso político-partidista con esa declaración tan estupenda, pero curiosamente la inmensa mayoría de los críticos –excepción hecha de este autor y algún otro– en quien se fija es en la boba de la Bibiana- Eso es lo que me ha gustado más de la columna: la prioridad absoluta a lo dicho por el ministro, el desdén por la bobada de la ministra, que tendrán que decir muchas otras todavía.
Un merecido varapalo. A ambos. A la soplagaitas de la igualdad y al chulo de la metafísica. ¡Qué se creerá ese memo, que los demás necesitamos ser metafísicos para saber que es un «ser humano»? No sé si se habrá dado cuenta el señor ministro de la gravedad de lo que ha dicho, coincido con todos en que mucho más atentatoria que la bobadita de la iletrada Bibiana.
Nihil obstat. Y mi adhesión plena. Estos maifiestos de «humanismo» han vuelto a ser necesarios dado que la estratgeia del Gobierno no tiene límites. Cuestionar la naturaleza humana de un «nasciturus» es cosa de bobos, en efecto, y algo intolerable en un «metafísico». Acepto lo del huevo con engalladura: es un ejemplo transparente. Auynque no me nagará nadie que el problema subsiste. ¿Son humanos o no son humanosel embrión o el feto? Y si lo son, ¿desde cuándo lo son? ¿No es humano un cuerpo de hombre formado en su totalidad por el mero hecho de no haber salido TODAVÍA del claustro materno? Me ha apenado escuchar a un hombre de formación religiosa cumplida, como el ministro Gabilondo, expresarse en esos términos. Lo de la otra, nada, ni caso. Habrá que soprotarla como se soportan tantas desgracias en esta vida.
Saber si todo huevo fecundado es ya un ser en devenir is the question.
Según lo que se crea se puede abortar sin crisis de conciencia o está vedado salvo a tomar la decisión de cometer un asesinato. Por comodidad se da una fecha tope: antes la criatura no lo es , pasadas la medianoche sí que lo es.
En esas estamos. …Esa es la teoría.
La realidad es que hay veces en que abortar es lo menos malo. iempre hay que poner la vara en algún sitio. y nunca es simple.
Besos a todos.