El consejero de Presidencia y presidente postizo ha dicho que la acusación verdaderamente generalizada de que la Junta y su partido discriminan a los Ayuntamientos en función de su color político es… “indemostrable”. Se trata, seguro, de un lapsus freudiano, muy propio de quien está convencido de que obra a cubierto de toda “demostración”, olvidando que lo más indemostrable con frecuencia es lo obvio. No habrá que ilustrar para nadie esa discriminación clamorosa que algún delegado de la Junta ha llegado a proclamar confesando que él consultaba siempre a su jefe de fila en el partido antes de tomar sus decisiones administrativas. Pero no es al postizo a quien hay que pedirle rigor sino a Griñán, de quien algunos ¿ingenuos? quizá esperábamos otra ética política.