La denuncia ante la Fiscalía de la manipulación por parte del SAS de las listas de espera quirúrgicas ha permitido establecer en Granada que no es posible atender a los pacientes en cuestión dentro de los plazos marcados por el propio SAS, entre 120 y 160 días contados a partir del diagnóstico. La prueba es que si en Granada, a partir de dicha denuncia, se amontonan de nuevo los pacientes en las listas y en los demás hospitales no, lo que probablemente ocurre es que algo se está haciendo en éstos para favorecer la distorsión estadística ideada oficialmente para escapar del atolladero, por ejemplo, exigir pruebas complementarias o innecesarias para alargar el plazo en cuestión. Quizá fuera cuestión de irse a la Fiscalía en las demás provincias. Es triste pero parece que no queda otro remedio.