Han vuelto al tajo –peleadas, faltaba más– las prolíficas lideresas de la Izquierda desunida. Y una de ellas, la rebelde Teresa Rodríguez, ha ornado la portada dedicando a su rival una frase para la Historia –«Ojalá la oxitocina inunde las cámaras políticas, practiquemos la ternura y celebremos la vida»– antes de anunciar el revés que le ha supuesto no poder devolver, a pesar de su empeño, los 8.640 euros cobrados en el Parlamento, según ella, «indebidamente». ¡Mecachis! ¡Para una vez que hay alguien honrado hasta el heroísmo, van los reglamentos y le cierran el paso aplicando el «Santa Rita, santa Rita/ lo que se da no se quita» de toda la vida! En fin, haya paz, porque entre lo que arriman al mes ella su marido no les ha de faltar ni gloria a ellos ni a su prole.