La comedia que están representando el PSOE y sus Administraciones en Sevilla capital, tras la recalificación salvaje de su propia sede provincial con un beneficio de cinco millones y medio de euros, es de vergüenza y traca. La suspensión de las obras dispuesta por la Gerencia, obligada por la manifiesta destrucción de elementos protegidos legalmente, más si cabe, puesto que el alcalde, que es quien bendice la recalificación, es también el presidente del bando beneficiado. Ha habido incontables episodios de corrupción o irregularidad en el PSOE de Chaves –desde la condonación de su propio crédito en una caja a los talones de Gil en el ‘caso Montaner’– pero quizá nunca se supo de una hazaña tan descaradamente afanadora como ésta. Suspender la obra es, con toda evidencia, un paripé. Todo lo que no sea dar marcha a atrás en este minimarbellazo de partido servirá tan sólo para ganar tiempo y perder prestigio.