El colmo: una diputada autonómica del PSOE defenderá, como portavoz de una delegación andaluza, la insigne tontería de que “se tenga en cuenta al perspectiva de género en el análisis y las políticas urbanísticas”. Nire, diputada, léase los datos que da Green Peace sobre lo que está ocurriendo desde hace años, ante la pasividad de la Junta (cuando menos), con el urbanismo sólo en el litoral, asómese al albañal urbanístico de Marbella (en el que, por cierto, las mujeres políticas han desempeñado un papel primordial), y déjese, por favor, de pamplinas como ésa de que es preciso “desarrollar un nuevo modelo de vivienda, de barrio y de ciudad” para luchar “contra los estereotipos de género”. ¿Se habrá enterado esta tropa de que tenemos en Andalucía 73.000 por lo menos viviendas ilegales y cuarenta “puntos negros” urbanísticos entre Ayamonte y Cuevas de Almanzora? Afirmado e irreversible el justo reconocimiento de la mujer en la sociedad, sería bueno licenciar de nuestra instituciones a la señorita Pepys.