Rara decisión la del TSJA cuestionando la venta de los terrenos del magno proyecto del Ensanche, un acto que contaba ya con dos pronunciamientos judiciales favorables. El recurso de la Junta repite la fallida aventura de la Isla Chica, que hizo perder ocho años a la capital aparte de fracasar en su intento de cazar al alcalde que, en lo que se refiere a este empeño de acercar Huelva a la Ría, no hace más que ponerle letra a la música que tarareaba el PSOE en los años 70. Lo que sea sonará, por supuesto, pero la Junta no podrá evitar que los onubenses se pregunten por qué tanta hostilidad y tanta dureza frente a actuaciones municipales que se comprende que inquieten a un PSOE fracasado en el asalto al Ayuntamiento, pero que a quien perjudican, en definitiva, es al pueblo de Huelva. Es verdad que en su día Chaves le paró al propio Barrero un megaproyectazo en Punta Umbría que incluía ilegalidades patentes y que desde Presidencia se reconocía ayer mismo que, en este caso, no hay más que algún escollo subsanable. Con todo, sería mucho más natural que la Junta renunciara a ese absurdo papel de “marcador” partidista del Ayuntamiento.
La cosa es como para decir a la junta sevillana y a su tribunal superior de la «junta» de andalucia que se marchen de Huelva y no vuelvan mas por aqui.
Es sangrante que no se lleven el vertedero de fosfoyesos o la central ilegal de la Punta del Sebo y en cambio se «preocupen» ahora de un proyecto perfectamente legal y deseado por todos (menos por los sociatas) de vivir en la ria en los terrenos (y playas) usurpados a los onubense por las quimicas.
No me faltan ganas de insultarlos, la verdad. Vaya negocio que tenemos en Huelva con el lastre de la jodida junta. Hay que procurar una independencia de esta gente.