Lo que está ocurriendo en Andalucía tiene que ver menos con eso que Solbes llama “turbulencias” que con la crisis entera y plena e incluso con la recesión. Caso eminente es el desplome del sector de la construcción en el que ya empiezan a conocerse frenazos indisimulables o el auténtico desplome de la red de agencias inmobiliarias, de cuyas 120.000 empresas han desaparecido el año pasado casi un 35 por ciento, esto es unas 4.000, lo que equivale aproximadamente a 12.000 parados más sólo en ese ámbito. Podemos seguir con el ojo tapado, como caballo de picador, pero eso no garantiza otra cosa más que un probable descalabro, nunca la salvación. Y ni una palabra del Gobierno sobre la “Andalucía imparable” de Chaves. Se trata de salvar los muebles en las elecciones y al resto, que le vayan dando.