El Tribunal Supremo ha admitido a trámite la demanda de protección al honor interpuesta por el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, contra es estólido personaje sobrevenido que es Luis Pizarro, vicesecretario del regional del PSOE, y mano izquierda de Chaves, por haber calificado a aquel, así, a pelo, de “matón de discoteca”. El Alto Tribunal ampliará ahora la demanda, a petición del injuriado, para incorporar los últimos improperios dirigidos al mismo personaje por el obsesivo Pizarro, entre lso que destaca el muy estalinista de tratar de inutilizarlo calificándolo, tras las huellas del propio Chaves, de trastornado mental. Sería curioso recontar las gravísimas imputaciones injurias dirigidas a Arenas desde el entorno de Chaves, y casi tan curioso contabilizar las que aquel se ha tragado. Hace falta como el agua que un juez sanciones alguna vez a uno de estos deslenguados que, aforados o por libre, parece que no son capaces de mejor política que el insulto.
Curiosa la expresión «personaje sobrevenido». En su día tuve que aventurar una traducción para «Le paysan parvenu» y me arriesgué con «El campesino venido a más».
No se me pasó por la cabeza la alternativa que hoy se propone en el artículo, aunque al sr. Pizarro lo de «venido a más» tampoco le sienta mal.