No le ha gustado a la Junta el estudio sobre mortalidad del profesor Benach (Universidad Pompeu Fabra) más que el que en su día hizo público (hay que decir que con excelente acogida científica internacional) un acreditado endocrino local, el doctor Rueda, sobre lo que él denominó “el síndrome de Huelva”. Lo ha manifestado la consejera con la negada por respuesta y sin mayores argumentos, aparte de decir lo de siempre: que para estudios, los muchos que continuamente hace la Junta, aunque nadie los conozca. Pero Benach ha demostrado que en el triángulo suroccidental (Cádiz, Sevilla, Huelva) los índices de mortalidad son excepcionales y eso no se echa por tierra con la declaración de una responsable sin mayor bagaje científico. ¿Dónde están esos estudios contradictorios que ella dice poseer, por qué no los publica? No genera alarma social quien avisa de riesgos sino quien se niega a conjurarlos. Que aquí ha ocurrido o está ocurriendo algo queda fuera de dudas. Que la Junta no quiera enterarse resulta sencillamente irresponsable.