Hace falta ser ingenuos para pedirle al ex-presidente González, esto es, al gestor que la Junta, apoyada por el Gobierno, ha impuesto en lugar del biólogo Morata –reo de haber votado en contra del proyecto de oleoducto–, que “frene” eso mismo que ha venido a acelerar. ¿Qué hace falta para entender que ese proyecto está atado y bien atado en Madrid, con el mismísimo ZP, y que nada ni nadie va a impedir que el PSOE pague a su promotor los servicios prestados? Hace falta ser ingenuos, sí señor, pero de esa ingenuidad andamos sobrados en Huelva desde hace muchos años.