Ahora sabemos que los consejeros de la Junta no se fían ni un pelo del sistema público de pensiones puesto que casi en su totalidad poseen planes de pensiones privados. Curioso lo de esta tropa: censura a quienes prescinden de la enseñanza pública pero ellos llevan sus hijos a “la privada” más clasista; exhortan con vehemencia a utilizar el transporte público, sin bajarse en la vida del coche oficial; predican la “movilidad laboral” mientras ellos son los únicos empleados que gozan de vivienda pagada por el contribuyente; recriminan a los “insolidarios” que reclaman actualización de sueldos, pero ellos se ponen el propio a voluntad. Gajes del oficio. De mejor oficio que existe hoy en España. Sin duda.