A Juanma Moreno le ha cogido la que está cayendo en el Egipto de los faraones asistiendo a la “Cumbre del Clima (en la de Bali no había sitio), lo que va a librarlo –“dicen que la distancia es el olvido”, ya saben—tanto de la bronca sanitaria como de la desesperada protesta de los regantes sin agua que lo acusan de inactividad. Fíjense si la primera será gorda que ya existe hasta una “Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas” dedicada en cuerpos y almas –y con cargo al presupuesto, claro– a la demostración política del palpable cabreo popular. Pero la segunda tampoco es moco de pavo, estando como está al rojo vivo, algo que no habría que recordarle a un Gobierno tan adjetival, que defiende el “ambientalismo verde”, la “economía azul” y ahora también se compromete con la “economía circular”. Placearse está muy bien pero, para viajar, hay momentos y momentos.