Una verdadera tromba de declaraciones que conciernen a la condición femenina está cayendo esta temporada sobre la opinión pública. Se debe, en buena medida, a la sugestión de Hillary Clinton (ay, el apellido) quien, tras su traspiés ante el candidato negro Obama ha dicho que “el gran cambio” no consistiría en ver a un presidente no “caucasiano” en el Despacho Oval sino en instalar en él a una mujer, o sea, a ella, pero también a otros pronunciamientos que van cayendo por ahí, en ocasiones como pétalos, otras veces como auténticos obuses. Desde la London School of Economics nada menos, la filósofa Helena Cronin ha dejado caer que las diferencias entre macho y hembra–en el plano de nuestra vida social, se entiende– no dependen tanto de capacidades, tendencias y gustos innatos como a la manera diferente que utilizan unos y otras para cifrar su idoneidad. Y en París, motivo del centenario de la Beauvoir, se oyen voces que rebotan con dureza contra las famosas”idées reçues” o prejuicios con que solemos aviárnosla en nuestra estimativa. Otra Simona bien distinta, Simona Veil, ha hecho el elogio de aquel mito generacional contrastándolo con la actual degeneración de ciertos feminismos que no sólo provocan el conformismo de la mujer sino que consiguen que, con indeseable frecuencia, ésta, la mujer, “caiga en el riesgo de querer ser un hombre”, observación utilísima para comprender la deriva de algunos comportamientos políticos actuales. El siglo de la Beauvoir se está conmemorando en la universidad Paris Diderot con intensos debates para los que su directora, Julia Kristeva, ya ha establecido un techo y un lema contundente: la revolución de la mujer no constituye un cambio histórico como otro cualquiera sino una auténtica revolución antropológica, pero en los que va a haber jaleo en torno al ensayo de Danièlle Sallenave que trata de desmitificar la intimidad del “couple” sartriano revelando que, bajo la ilusión de la “comunión perfecta” lo que había entre el filósofo y la ensayista era una “liaisson dangereuse” dentro de la cual él habría maniobrado hasta conseguir recluir a aquella mujer libre en una “prisión dogmática”. Vaya usted a saber, a estas alturas.
xxxxx
Si lo de Obama sigue su ritmo ascendente va a resultar claro que algo decisivo ha estallado en el entraña del sistema que contempló deslumbrado Tocqueville que, por cierto, es el mismo que horrorizó a Dickens y otros viajeros, aunque esto no suela recordarse casi nunca. Un negro en la presidencia era hasta ahora una fantasía reservado a la imaginación cinematográfica y no cabe duda de que conseguiría transformaciones ideológicas y sentimentales en el país profundo sólo comparables al comprensible desconcierto del esencialismo ario aún vigente en amplios sectores de aquella sociedad. ¿Y una mujer? Pues una mujer tanto o más, qué duda cabe, sólo que Hillary, con su apellido marital a cuestas, sugiere más que una revolución sexual verdadera un desarrollo del sentido patrimonialista que está aproximando cada vez más aquellas repúblicas electivas a nuestras monarquías hereditarias. “Caer en el riesgo de querer ser un hombre”: la dura frase de Veil –que ya anduvo trajinando por la Resistencia, no se olvide– encierra un aviso explícito para uso de los ingenuos que creen que el “gran cambio” vendría dado sólo por el sexo del dirigente, supuesto no menos ingenuo que el que lo cifra en el color de la piel. El problema reside en que uno no sabe ni bien ni mal en qué podría consistir un modelo femenino del Poder como tampoco sabe cuáles serían las ventajas objetivas de un gobernante afroamericano sobre un ario como esos superiores que postulaba Gobineau y que tanto gustan a las becarias. Es de temer que, en cualquiera de los dos casos, vayamos a asistir en USA a un relevo poco objetivo. El largo Neolítico no se liquida así como así.
08/01/08
11:37
Nuestro ja me acaba de enviar, a petición mía, el artículo no publicado el domingo. Lo cuelgo antes de leerlo:
LA GUERRA SECRETA
La amenaza terrorista dictada desde los cuarteles secretos de Al Qaeda ha forzado a los organizadores del ‘rally’ Lisboa-Dakar a suspender la prueba de inmediato. Es la primera victoria lograda por el terrorismo a la primera de cambio, que yo recuerde al menos, pues si es cierto que aquí mismo ETA forzó en tiempos al Gobierno a renunciar a una central nuclear o a una autopista, no lo es menos que para lograrlo hubo de demostrar su execrable crueldad. Esta vez, no. Esta vez, en cambio, ha bastado con el anuncio de los yihadistas para que el llamado “mundo libre”, que parece haberse enterado sobradamente de lo que vale un peine, rinda sus armas sin condiciones y ceda a la pretensión del Terror. Suele decirse que el terrorismo es el arma de los débiles, de aquellos grupos humanos que carecen de capacidad para competir en campo abierto con el enemigo, admitiéndose que fueron los últimos románticos rusos y españoles sus inventores modernos, pero cada día se abre paso más holgadamente la hipótesis de que aquella técnica de conquista del poder era muy distinta a la que amenaza a una sociedad globalizada en la que, por no citar sino el ejemplo más reciente, un continente entero, Europa, acaba de eliminar sus fronteras. Cuando Francia –la implacable Francia jacobina– se rebajó a “negociar” con Irán tras los atentados de septiembre del 86 pudo argumentarse todavía, especialmente desde la “triste conscience” postcolonialista, que la seguridad colectiva bien valía un puñado de francos. Cuando Reagan bombardeó sin previo aviso Trípoli aún era posible para algunos el enfoque ‘táctico’ de las crisis provocadas por esas amenazas sin rostro o a cara descubierta. Después de lo de las Torres Gemelas, sin embargo, esa idea me parece problemática y mucho menos lógica que la que incluye planteamientos ‘estratégicos’ globales. Si algo ha quedado claro en esta turbia guerra es que las concesiones a los terroristas no producen más que nuevas y crecientes demandas, y si algo ha permitido deducir la unificación del Terror es que la respuesta ha de ser unánime y firme porque su acción es la misma en Bali que en Lizarra, en Nueva York que en Bagdad. Bin Laden ha hecho realidad la ficción de ‘Fu-Man-Chu’ o del ‘Dr. No’. Comprobamos una vez más que la Naturaleza imita al Arte.
xxxxx
Hasta antier estábamos bajo la amenaza del terrorismo, ahora estamos a su merced. No se discute la dificultad que entraña la decisión en cada caso; simplemente se sugiere que hay coyunturas fatales y desafíos innegociables. Nunca ha encogido tanto el poder de ETA como cuando, aunque fuera con un nudo en la garganta, se decidió no ceder en el secuestro de Miguel Ángel Blanco, nunca más progresado tan exponencialmente como ante la imagen de De Juana Chao encamado con su novia. Suspendiendo el Dakar se evitan, muy probablemente, graves males, pero no es posible dudar que, ese éxito del Terror deja al mundo desarrollado más indefenso que nunca. ¿Cuánto tardarán los fanáticos en ordenarnos la suspensión de la Olimpiada o del Mundial de Fútbol? El sentido común nos dice que bien poco como hoy nos susurra, todavía perplejo, que la cesión sin condiciones que se acaba de perpetrar constituye la mayor prueba de debilidad jamás ofrecida a la barbarie. Kavafis, Buzzati y Gracq imaginaron una misma trama bien lógica en la que el mundo civilizado, enrocado en su fortaleza, se pasaba la vida pendiente de la invasión de unos bárbaros que nunca acababan de llegar. Hoy sabemos que la invasión es real, que incluso el enemigo acecha dentro del fortín, pero también que entenderse con el fantasma resulta imposible. Al Qaeda es desde antesdeayer el espectral adversario de la ONU, el fanatismo acaba de ganarse a pulso su estatuto de beligerante. Los temidos bárbaros han agarrado a la civilización por mala parte. Si todavía hay quien insiste en dialogar con ellos su victoria será completa.
Gracias, ja.
11:48
Parece que se olvida que la primera gran victoria de Al Qaeda fue la precipitada retirada de las tropas españolas, a cuyo regreso se había comprometido ZP si antes del 30 de junio no recibían un respaldo de la ONU. Que por cierto sí se produjo.
Lo tenemos claro.
Coñe, mi don Elitróforo, que esta mañanita una servidora se ha llevado media hora dándole a la tecla copiando. Me ha ganado por una cabeza. Gracias mil por la columna de todas formas en nombre de quien no se las dé y en mi propio nombre. No por mucho trigo es mal año. Esto es afición. O enganche.
Mi comentario de ella que también tenía escrito venía a decir que la vieja p… Europa no sólo se baja los pantalones sino que se arrodilla y eleva el nalgatorio mirando hacia la M… En esa postura le puede pasar lo que todso estamos imaginando. Y encima la lapidarán por meretriz, adúltera o similar. Nos ha merengao.
Luego vuelvo.
Madame, si aún sigue interesada, deje de buscar y teclee:
http://www.es.amnesty.org/
y podrá leerla en español. Este es el sumario:
Ofertas de trabajo
Oficina Principal
Mujeres
Qué es AI
Buscador
Voluntariado
Jóvenes
Pena de Muerte
En el último apartado tiene los datos referidos por don JA. Pas de quoi.
14:44
Sí, doña, las mujeres son las culpables por estar tan buenas.
Inmoral, provocativo, y una de las más soberbias humillaciones que se hacen contra los habitantes del continente africano.
Eso es el rally París-Dakar.
Con esa hipocresía moral veo a alguno por aquí en Cataluña, organizar una opípara cena y baile, para recoger fondos con destino a una ONG de niños huérfanos africanos.
Magníficas columnas, a cual más interesante, de forma que no sé por donde comenzar.
xxxxxxxxxxxxxxx
El femenismo . La mujer. Efectivamente, ser mujer no es hacer como los hombres. A mí me gustaría que lo hiciéramos mucho mejor, pero , desgraciadamente, cuando una señora tiene el poder, por ejemplo, a menudo hace como sus compañeros masculinos, es decir mal.Si gana Hilary , supongo que lo hará más o menos como su marido. Pero imaginemos que lo haga estupendamente, que sea verdaderamente una presidenta excepcional, pués quizas el ser mujer tenga su importancia, o quizas no la tenga. Lo importante es que sea alguien con cerebro y con corazón, y que sepa compaginarlos, simplemente.
Otra cosa es que la mujer sea humillada, vejada.Eso lo hacen los cobardes, los miserables, los»pobres blancos» que usan la fuerza y así se desquitan de sus frustraciones. Yo admiro a los hombres: ellos me completan, me dan lo que no tengo , y espero que los hombres tengan la misma postura hacia las mujeres.
No soy femenista. Lo que sí aspiro es a la equidad, y a la diversidad.
xxxxxxxxxxxxxxxxxx
El Dakar. Pués sí, magnífico artículo. Me enteré de la noticia, y no sabía como reaccionar. Confusamente te das cuenta de que has llegado a un escalón más arriba, y te animan sentimientos contradistorios: está bien que supriman ese acto inutil, malo para el medio ambiente,un despilfarro insolente para muchos africanos, pero qué cobardes de repente, nos dicen que nos acostemos y ahí vamos tumbados boca arriba, te enteras de que parece que el evento aporta algo a las regiones cruzadas, que el abandono va a costar un ojo de la cara, pero no te lo planteas claro, como nos lo ha puesto don José Antonio.
Tiene mil veces razón: estamos a la merced del terrorismo. Una mera amenaza nos hace capitular. Nos hemos quitado los pantalones. A ver como nos los volvemos a poner.
xxxxxxxxxxxxxxx
Gracias de nuevo por la ayuda, porque en la version francesa no hay explicaciones.
El híspido Abate llevar razón en sus calificativos sobre esa extravagante exhibición de tecnología a través de desiertos y aldeas hambrientas, entre pueblos enfermos a los que le negamos hasta los remedios. Pero creo que el enfoque de donn jagm es otro: no definede ese rally, q
El híspido Abate llevar razón en sus calificativos sobre esa extravagante exhibición de tecnología a través de desiertos y aldeas hambrientas, entre pueblos enfermos a los que le negamos hasta los remedios. Pero creo que el enfoque de donn jagm es otro: no definede ese rally, que me imagino lo poco que lo motiva, sino que plantea nuestra alarmante indefensión frente al Terror. Mírelo así, Abate, y reconózcale al autor al menos ese mérito objetivo.
Estamos a unas horas del desenlace y por eso nada digo, que algo de diplomacia vaticana me queda de mis años mozos y romanos. Pero nome digan que no es una sorpresa mayúscula lo que está ocurriendo: que pierda una mujer, que fracase otro proyecto «dinástico» y, encima, que gane un negro. Atentos a lo que ocurra ahoraporque empiezo a creer que el mundo pudiera estar asomándose sin saberlo a una nueva experiencia. ¿No le ocurrió lo mismo con América o con Napoleón?
Más sabe el diablo por viejo que por diablo, Páter, y le aplico y me aplico el refrán esta vez. Obama vs. Clinton: porque no hay que darle vueltas, aquí puede haber dos derrotados: la política patrimonialista (Kennedy, Bush, Clinton) y las actitudes racistas que aún son muy poderosas en USA. Miremos el tema de hoy desde esta doble perspectiva.
Encuentro de mediodía con mis colegas universitaros: no nos llega la camisa al cuerpo, a cada cual por su razón propia. Pero es cierto que pocos esperaban este bombazo que, de consolidarse, cambiará este país que tanto amo y tanto he odiado por tantas razones. Creo que pocos como jagm para entender lo que acabo de decir.
Queda mucho trayuecto por delante. No vendan la piel antes de cazar al oso.
Eso es una revolución apoyada en los jóvenes y no un reparto de cheques-bebé y bonos-vivienda.Aunque, clarpo está, ZP no le llega a la suela del zapato a este mestizo arrasador. Una cosa nos ha encantado, PRECISAMENTE COMO MUJERES: ver que el recurso a las lágrimas de Hillary no le era tenido en cuenta. Pero la verdad la ve cualquiera: ganando esta señora gana su marido, como ha ocurrido hace poco en Argentina. El «dinastismo» es absurdo siempre pero en democracia es una aberración.
Gran acontecimiento y título divertido, teniendo en cuenta lo que hay que tener. Este verano leí en un periódico hispanoamericano que laspiernas de Hillary eran su punto flaco (un término mal elegido, en cualquier caso). Ante una realidad como la que refleja ese comentario, seguramente no casual ni excepcional, mejor que gane…el mejor.
Platón hizo clásico el esquema: monarquía, aristocracia o democracia; ocn sus tres perversiones: tiranía, oligarquía, demagogia. En USA o en España estamos en el segundo grupo,pero la menos allá algo parece indicar que pudieran cambiar las cosas para bien.
Tres grandes columnas. Se demuestra una vez más que el tema de la pena de muerte no resiste la menor competencia temática: lo abandonamos rápido para irnos a respirar enfrente. Es natural y eso habla bien de nuestras sensibilidades, pero sería bueno que nos detuviéramnos un momento ante el cadalso que, estoy más que seguro que conteniendo la náusea, gm nos planta enfrente con tanta recuencia.
Por cierto, veremos que hace el mestizo con el «efecto negro» del «corredor de la muerte»…
‘Hay mucho hombre en esa mujer’ dicen que decían de Fernán Caballero (doña Cecilia BdF). La horda feminista (ustedes las conocen, las hay por todas partes) ha intentado siempre ocupar el escalón del hombre y que este baje unos cuantos por debajo de ellas. Quítate tú para ponerme yo.
Cómo se decía aquello de que era necesario que hubiera mujeres torpes, poco valiosas -piensen si quieren en lady Aviaco- porque hemos soportado en sitios semejantes a verdaderos ceporros en sitios de prestigio.
Por eso, tendrá que llegar a la cumbre del mundo una mujer, pero mejor que sea negra y a ser posible lesbiana. ¿No mandaba el nazi-marica Hoover tanto como el que más?
No somos iguales hombres y mujeres. Lo deja claro mi doña Sicard. Lo deja dicho todo. Solo añado que una servidora dormiría más tranquila si el teléfono rojo -¿existe aún el teléfono rojo?- estuviera en manos de una mujer. Toda mujer comparada con un hombre de su edad y preparación es más prudente, más razonable, más madura.
(Ya me absolverá mi don Páter por la alusión a los sexos intermedios. Pero desde la anatomía, a la fisiología y sobre todo la psicología demuestran que existen.)
Tendremos que leer esa buografía o lo que sea pero a muchas de nosotras no nos van a mover, seguramente, de la admiración por nuestra Beauvoir. Conocemos de sobra laleyenda de su mal casorio, los abusos de ese genio contrahecho y abusador, la paciencia (recuerda a la mujer de Gandhi) de «Castor» ante la tiranía conyugal de quien jamás se casó con ella. Pero también conocemnos nuestra propia historia, la de nuestras amigas, la de nuestras vecinas… No sé que va a decir esa Sallenave que no supiéramos ya.
Esp’léndida frase de Simone Veil, tan aplicable aquí: hay mujeres equivocadas que quisieran ser hombres. El autor se ha fijado en ella perolamentablemente no la han comentado los blogueros. Quizá es el sino de la Veil, eterna antípoda mental de la progretería.
20:29
Aún no sabemos quien va a ganar. ¿No ven que ZP todavía no ha felicitado a nadie?
++++++++++++++++++++++++++++++++
Me sorprende don Marchena, pero no mucho. Parece que el triunfo de Al Qaeda es el triunfo del Abate.
Lo cierto es que, como tantas veces, no se ha enterado de lo que ha leído.
Yo también estoy en contra del Dakar por las mismas razones que Vd. y que mucha gente más, estoy plenamente con la opinión de doña Marta, aunque les aseguro que si yo pudiera participaría. Es como estar en contra de la caza y comer perdices.
empate más o menos entre jefes e indios
Don Griyo, será sólo ¡si están bien cocinadas!
Señor Sacerdote, estuve pensando precisamente en esa frase cuando reaccioné a la columna, pero debo explicarme muy torpemente.
Doña Icaria, no sé qué decirle: creo que a la Dama de Hierro no le habría temblado la mano si hubiera tenido ocasión de empuñar el teléfono rojo , o de darle al botón de la Apocalipsis.