Chaves está satisfecho con el estado de la autonomía. No podría mejorarlo aunque quisiera, de ser cierto su balance, que no lo es ni siquiera para los organismos oficiales, y ello explica que no se vea concernido por la promesa que hizo ZP al llegar de limitar los mandatos. Normal. Lo que ya no lo es tanto es la pamplina de que proyecta que le suceda una mujer, no porque tenga en la cabeza ninguna eminente, sino tan sólo “porque ha llegado el momento”. ¿Qué momento, el momento de qué, cómo justificar que el siguiente liderato haya de ser femenino porque sí, por imperativo de una suerte de “turno” sin más sentido que el capricho, por qué excluir de antemano a los varones al margen de sus capacidades? Pasar de las ‘cuotas’ al ‘turno’ es lo que faltaba. Sobrev todo en una autonomía en que las hembras de a pie siguen cobrando mucho menos que los machos por el mismo trabajo.