Emplaza el PSOE una vez más al PP a acudir a la Justicia si ve algo punible en el nuevo caso de presunto pero palpable nepotismo que se discute en Málaga. Pero eso no es más que un truco para aplazar ‘sine die’ las consecuencias del escándalo de manera que resulte imposible en la práctica sancionar a los culpables si es que lo son. Yendo al fondo, en todo caso, que la Junta dé y dé subvenciones a empresas manejadas por hijas, cónyuges, hermanos o padres de sus responsables políticos es un insensato recurso regiminista que está corrompiendo la democracia y desmoralizando al personal. Claro que si el “caso Chaves” se da por bueno, carecería de sentido investigar a una delegada o a una consejera. Por eso el PSOE prefiere derivar el asunto a los tribunales. Porque sabe que ello supone enterrarlos en la famosa tumba de papel timbrado.