Hoy domingo hay elecciones en Etiopía. No se prevé que acaben como las de 2005, con doscientos muertos acribillados por la tropa, porque según los observadores las cosas van viento en popa en ese régimen comunista –el Estado mantienen la propiedad y manejo del grueso de los medios de producción—que se ha abierto al Mercado lo justo para reproducir el milagro chino: crecer al 10 por ciento del PIB desde hace diez años, ahí es nada. El “tigre de África” se complace en llamar a su feudo quien lo gobierna desde hace tres lustros, Meles Zenawi, el poderoso aliado de los EEUU en su conflictiva región, un tigre de papel si consideramos que a pesar de ese vertiginoso crecimiento, ocho de cada diez criaturas cabalgan sobre él en régimen de subsistencia agraria, es decir, con un pie en la tragedia que puede disparar cualquier sequía. El éxito de Zenawi, a quien dan por ganador hasta sus peores enemigos, radica en su mano de hierro que ha conseguido carta blanca para su tiranía al tiempo que creaba una incipiente pero activa clase media por entero dependiente del Poder. Cuentan que los lujosos barrios residenciales lindan con las míseras chabolas donde se hacinan trajinantes que sacan al día lo justo para aguantar hasta el siguiente (30 céntimos de euro es un beneficio aceptable, al parecer, entre ellos), pero se da por seguro que el clima de éxito macroeconómico garantiza la continuidad. Están satisfechos los etíopes, aunque a nosotros nos cueste entenderlo, y si no lo están, peor para ellos: Zenawi tiene el ejército y los EEUU tienen a Zenawi: círculo cerrado, pues. Verán como gana de nuevo, el hombre. Un hijo de puta, según algunos, pero “nuestro hijo de puta”.
Nada como injertar con tacto la economía de libre mercado en el paisaje comunista –ahí tienen a China, ese tigre indiscutido–, que hay que ver lo fácil que era encontrar el famoso tránsito desde el “socialismo real” a la libertad, que nos decían que era casi imposible. Con la complicidad del llamado “mundo libre”, por supuesto, que si no la cosa puede que no estuviera tan clara, ni siquiera para los chinos, que son los padres del invento. Pero ya me dirán que coños le importa al mundo libre lo que pase en Etiopía, sobre todo mientras mantenga con él su alianza militar y siga creciendo de esa manera galopante. La enorme ayuda exterior –la misma que se le niega a tantos países desgraciados—resulta que acaba siendo la garantía de la dictadura. ¿Y qué más da? Hoy domingo vamos a comprobar lo bien que carbura el liberalcomunismo. En Shangay estamos viéndolo brillar en todo su esplendor desde hace quince días.
Excelente ejemplo para ilustra la paradoja del «liberalcomunismo». Me gusta porque deje entrever que si esos experimentos tienen éxito es porque se apoyan en la ayuda y connivencia de grandes potencias. USA acabará arrepentida de haber ayudado al «tigre de Asia» pero, para entonces, ya será tarde.
Ay África, África. Qué olvido, qué tristeza, qué abandono. Puedo ponerme muy pesado pero el test de África que siempre propongo es localizar con su verdadero nombre a diez países exluidos Marruecos, Túnez y Egipto.
El Anfitrión -un universalista como pocos- nos habla de vez en cuando del coltán del lago Kivu, seis u ocho millones de muertos en una guerra de todos contra todos, o como hoy de esa Etiopía que fue pisoteada por la Bota y luego por don Haile Selassie. Ahora es lo que es.
Deberíamos mirar más de vez en cuando para el sur, engolosinados como estamos siempre con tantos amigotes capaces de la traición al menor envite.
Don Yam,
Supongo que algunas personas, por brillantez personal, excelencia académica, disponibilidad temporal, dedicación profesional, o vaya usted a saber qué predisposición al saber, puedan ser más o o menos acaudalados en conocimientos y más universales en su infinito interés por las cosas.
Por mi parte me contento con saber algo de mi profesión, de mi ciudad, de mi familia y del mundo que nos rodea. No hay que perder de vista que a sociedad de consumo se extende también ( ¿principalmente?) a la sociedad de la información, haciendo pasar como imprescindibles conocimientos que, en realidad, no necesita. Y le digo todo esto porque he suspendido su test de Africa.
vaya bañito te ha pegado Enric Juliana hoy…ja ja ja ja ja ja
fascista españolista envidiosos de catalunya ja ja ja
Visca CAtalunya lliure
He estado de viaje y hasta hoy no he echado un vistazo a los artículos de días pasados. Me encuentro con que el día 18 cita usted a don Andrés Oliván. ¿Me podría aclarar alguien si a quien se refiere es a don Alejandro Oliván?
Excelente lección para quienes aún sostienen que a la salidad del «socialismo real» sólo aguarda a sus víctimas el capitalismo salvador. El columnista se refiere al tema como paradoja y recuerda a los que pontificaron que bo había más salida que entregrale la cuchara a los dueños privados, y lleva razón si mioranmos hacia China o hacia este caso, Etiopía, si me apuran mucho más intrigante.
La verdad, yo tampoco conocía el dato extraordinario del crecimeinto etiope,del que me impresiona más la moraleja de sociología política que extrae ja y comentan algunos contertulios. El Hombre hará siempre negocios y sea cual fuere el orden impuesto, unos acumularán riqueza y otros la producirán sin recibir a cambio lo justo. Si algo hay vigente en el viejo marxismo (que hay bastante), ahí está la teoría de la plusvalía. Aparte de todo, Felipe González es hoy empleado de Slim, el hombre más rico del mundo, a quien sirve de introductor allí donde np alcanza la mano del magnate.Qué hubiera pensado (no sé si dicho) Pablo Iglesias, no lo sé.
¿Y como quiere Anónimo que le conteste don ja si es anónimo? ¡Anda que también…!