Todo el ruido organizado contra las declaraciones del alcalde sobre Juana Orta –de lo más discretas, por cierto—se viene abajo mal comprobarse que la Audiencia Nacional ni menciona a la citada en el auto correspondiente ni una sola vez. Hasta leo una voz local que, apuntando contra el primer edil, la califica de “presunta colaboradora de ETA”, algo que ya no se sostiene si hemos de creer la juez. Por lo demás, todo este asunto huele peor cada momento y no me resisto a sugerir la posibilidad de que se trate de una enorme fantasía, quien sabe si destinada a tapar otros ruidos. La autoridad gubernativa de Huelva tendría –por su animosidad y oportunismo– más de un extremo que rectificar.