El secretario de UGT, compañero Puente, ha desempolvado la imagen remota de la Huelva arrinconada, del rinconcillo peninsular que el franquismo utilizó para alejar a sus clientes molestos. No el “culo del mundo”, como dijo Unamuno de Fuerteventura cuando allá lo envió de un empelló la otra Dictadura, pero casi. Lo dice para “explicar” el retraso de nuestras infraestructuras y el abandono en que su “partido hermano” tiene sumido a este criadero de parados, pero olvida que esa imagen resulta hoy anacrónica y sin el menor sentido. Más arrinconado está el Algarve y miren el salto adelante que ha dado en estos años. O tantas provincias españolas todas las cuales están regionalmente por encima de nosotros. La UGT podía renovar el repertorio de un tiempo en el que, por cierto, ella no estuvo presente.