Hace muchos años, en Sevilla, Reales Alcáceres. Una voz grita durante el discurso de Franco: “¡Franco, haz la revolución!”. Y Franco contesta sin variar el tono, como automático: “¡Ya la estamos haciendo, hace veinte años que la estamos haciendo…!”. Antier en Huelva, una voz mitinera le pide a Chaves que hable de la niña de Rajoy, y Chaves contesta que el drama de Rajoy es que esa niña, de mayor, votará al PSOE. Hummm. ¡Demasiada velocidad para Chaves! Ese lance tiene toda la pinta del viejo recurso que le pone en bandeja al jefe lo que el jefe sabe de antemano que le van a poner, el balón muerto para que lo remate a puerta vacía. Como ocurría en el régimen de Franco, dicho sea sin ánimo de comparar. Como diría González, uno se limita a “constatar”…
La guasa -y la puntería y la memoria, fino estilete en el área- que tiene este Hombre es digna de que un antólogo recoja una gavilla, siempre será pequeña aunque ocupe novecientas páginas, de sus palabras e ideas para que no queden en puro papel de periódico o en el limbo cibernético en que nos movemos.