Ahora que el «régimen» susanita amaga con un nuevo intermedio electoral, resulta que el «‘plan especial de empleo» para Andalucía que la Presidenta habría «arrancado» en la Moncloa no es más que un «embrión». Lo ha dicho públicamente la ministra del ramo, excusándose en la complejidad de las circunstancias y en la precarieda institucional del momento, por lo que, de nuevo, lo más probable es que ese «compromiso de Estado» quede reducido a agua de borrajas. Y que, ya sin el andador prestado gratuitamente (?) por Ciudadanos, acabemos una legislatura más lamentándonos pero sin remedios y, encima, si un Rajoy al que culpar del agravio. Tras cuatro decenios de hegemonía gramsciana, ahí seguiremos, pues, con una mano atrás y otra delante.