Concurriendo juntos a las elecciones generales y a las autonómicas, lo que busca el PSOE es evitar el debate regional y, ya de paso, los debates provinciales. Verán como el “cara a cara” Chaves-Arenas no es lo mismo que el “debate a cuatro” del otro día. Pero en Huelva ni eso, porque en Huelva no habrá más que uno sólo, en el que, como pudo comprobar la escasa audiencia que lo vio, los minoritarios de la provincia (IU y PA) lo son por deméritos propios, y para el PSOE no hay prioridad mayor que acabar, como sea, con el alcalde de la capital, como demostró esa diputada/concejala calañesa con su obsesión ‘antiperiquista’. Pero, bueno, ¿es que Huelva no tiene, de cara a las autonómicas, otro objetivo que ir preparando las lejanas municipales? Eso parecía oyendo a Castillo, típico espécimen de esa cohorte de relevo que se mueve fatalmente entre la zancadilla y la utopía. Oyéndola resonaba con claridad el eco de la frustración por el asalto a la alcaldía. Decididamente Huelva no tiene demasiada buena suerte con esos próceres cooptados.