Fracaso escolar (ahí está el informe Pisa, vanamente tratado de quitar de en medio por la Junta), violencia en los centros, desprotección de los profesores, mínimos niveles de conocimiento acreditados por los observadores. Todo eso se le da una higa a la consejera doña Cándida, uno de cuyos edecanes proclamaba antier “le buen momento” de nuestro sistema educativo coincidiendo con el varapalo que suponen las cifras de propio Ministerio, según las cuales, el abandono prematuro y el fracaso masivo en la ESO también sitúa a Andalucía en el pelotón de los torpes. No se sabe hasta cuando deberá soportar la “comunidad escolar” este desconcierto ni se explica que cada fracaso fortalezca a una responsable que ha llegado a convertirse, por méritos propios, en el pinpampún de todos y cada uno de los sectores de esa comunidad. Chaves no admite presiones ni críticas, la Junta siempre lleva razón. Incluso cuando su propio Ministerio le dice lo contrario.