Dos brillantes profesoras universitarias sevillanas, Isabel Román y Pilar Bellido, me han propuesto generosamente trabajar en una antología de esta columnata con que desde hace años les atormento, y a mí se me ha venido a la cabeza –consciente del abismo que media, por supuesto– la sorprendente confesión de Salinger sobre la paz y la tranquilidad que proporciona al escritor guardar sus escritos y no publicarlos. ¿Para qué publicar si todas las estadísticas confirman que no se lee o, cuando menos, que se lee muy poco? Esa pregunta es muy distinta si se refiere a la razón de la escritura, pues no hace falta ser Lacan para entender que el viejo hábito de ver reflejado en blanco y negro su pensamiento, sus preocupaciones y hasta sus angustias, tiene para el escritor mucho de terapia aunque no siempre funcione. El pobre Juan Rulfo, maestro inigualable, se limitó a darnos un libro de relatos y otro que era, en realidad, un relato prolongado, y yo lo echo a pelear con todos los triunfadores del famoso ‘boom’ –he dicho con todos—seguro de que, habiendo entre ellos eminencias incuestionables, ninguno habría de superarlo en calidad. Hoy día se escriben diariamente en España, multiplicadas por el llamado “efecto Internet”, no sé si cientos o miles de columnas, de las cuales nueve de cada diez se enredan en el cañamazo de la actualidad política y sus comejenes, muy lejos ya del tiempo feliz en que escribir en periódicos –cierto que sin tanta limitación de espacio como nos ha impuesto el vértigo hodierno—constituía una vía de escape para el ensayismo de urgencia en todas sus versiones. Pocos libros de Ortega como “El Espectador” y pocos retratos intelectuales tan ilustrativos de nuestro pasado como el que ofrece en la hemeroteca el periodismo olvidado. En esta profesión ser humildes ni siquiera tiene mérito. Yo les he abierto a Isabel y a Pilar mis archivos advirtiéndoles que no les arriendo las ganancias.
Curiosa paradoja vital: parece ser que hay una gran paz en esconder la escritura que nos salva. ¿Elitismo, aristocratismo, pavor escénico? Probablemente nada de eso, sino la sospecha de la inutilidad de la escritura unida a la simple intuición del placer del silencio. Lector sin remedio de lo ajeno, confieso que hay en mí una invencible pulsión autocrítica que se hace más activa y amarga a medida que aumenta una experiencia que no tiene por qué reducirse al pesimismo. Quizá es que uno no se hace nunca del todo a la impudicia descarada el “stripper”. Porque lo que no saben los incautos es que escribir, bien o mal, torcido o derecho, es empezar a desnudarse. Y hacerlo cada mañana, en el callado retiro de nuestro rincón créanme que puede ser como despelotarse en un cuchitril de mala muerte.
Pués sí, hoy también es una de esas columnas que hacen mella para reflexionar, sobre todo para los que usan la RED para desnudarse y buscar espejos donde mirarse.
Todos quieren escribir, VERSE, y al final los más inteligentes renuncian a su imagen y se retiran. «…la escondida senda, etcétera».
Inquietante reflexión de un escritor «a prueba de pruebas». Confiemos en que no sea más que un ejercicio de modestia sincera, de esos que mueven a muchos personajes de la vida pública a cuestionarse su trabajo y su papel, en vista de las ingratitudes de la vida. jagm merece de sobre ser leído desde hace muchos años.
Gracias a esas dos profesoras por su idea. Es una pena que la literatura de periódicos sea efímera en algunos casos, aunque no en la mayoría.
Como hace poco el Anfitrión mentaba a Maese Burgos, no me reprimo de traer a colación que el BurgomaestrO se autoantologizó, creo, en una «Sevilla en cien recuadros» y no tengo a mano pero las he repasado bastanet su «Memorias de la vieja Dama». Quizás alguna otra recopilación de jazmines en el ojal. Burgos y su permanente rifirrafe amoroso con la ciudad que le vio nacer.
¿Por qué no esa antología, mi don JA? Supongo que esas dos profes sabrán bien conseguir una línea directora para encauzar esa antología que muchos nos beberíamos con ansia. Hace solo tres o cuatro días, quizás alguno más, un servidor en su gomezmarinofilia manifestaba que no es fácil encontrar en esos tropecientos mil columnistas de hoy, quien cultive un género tan definido y a la vez tan poliédrico como el suyo.
Anímese, ponga una música adecuada, baje las luces y deje que esas dos chicas vayan despojándole elegante, pausada y apasionadamente de su cuidado aliño indumentario y con ello le conoceremos más a fondo al resaltar su estructura anatómica, su cubierta dérmica, ya que no, por imposible, el arcano casi infinito de su sabiduría. (Homofilia sin homosexualidad, me atrevería a llamar a la figura). Laus Deo.
Venga, troll, suelta tus ventosidades de pago. Tendrías que empinarte mucho para que llegaran aquí los efluvios de tu podrido tubo digestivo.
– Espejito, espejito…¿No es verdad que soy un Borges redivivo? ¿Que las Musas gimen de placer ante mi bella escritura, y que en ella se esconde un maná salvítico para el triste populacho que me rodea?
-¡Pero que asco me das! (espejito)
(La única neurona de Cerdito Mayor reflexionando en la soledad de su egocéntrica y pestilente materia gris.)
(Sé que te va mi marcha pero siento decirte que me aburres tanto o más que el patético Multi. Feliz domingo, mom amour.)
¡Grata noticias y gracias a esas antólogas! Es verdad lo antes se ha dicho sobre el carácter efímero de algunas columnas, aunquen no desde luego de otras, que bien están en el olvido. Hoy ja se muestra como es –lo conozco hace mucho– y temo que ese sentido de la privacidad y ese desdén por lo que en esta vida es normal estimar socialmente, no sólo lo perjudique a él, sino que sea una pérdida para todos sus eventuales lectores.
Yo leía a gómez marín cuando empezó ¡¡¡en Revista de Occidente!!!, cuando explayaba en Triunfo sus historias de la Historia, cuando hacía crítica literaria en muchos sitios, y siempreadmiré la poca importancia que le daba a sus escritos, que daban la impresión muchas veces de estar «malbaratados». Claro que todo esto lo ignoran o quizá no, vayann ustedes a saber, estos cerdos que irrumpen en el blog para insultarle. Pierden el tiempo aunque nos hagan vomitar.
No sé si ese Filtz es macho o hembra. Sé que es tonto además de cobarde. Y seguramente mercenario.
Jodé, Multi, ya sabemos que eres un membrillo exacerbado pero intenta cúrrartelo un poquito más al cambiar los personajes, cacho vago.
Para flitz, la pareja de otto. (heil, H.)
Esdás hoy todpe de dengua, colega. ¿qué te fumaste anoche, o te metiste adguna cozita dada pod la nadí? ¿Te doy la pista de un dicc d sinónimos o d rimas para que amplíes vocabulario? Porque de ideas ya se ve que vas cortito: siempre lo mismo, siempre lo mismo. Cansino, oyes.
Borges no. Tampoco Gabo que es de los tuyos con su intento de nueva ortografía. 100 a de soldd, como los 100 de hnrdz. Y ni un minuto más, ¿o ya no te acuerdas? ¿Cuántos de tu cuerda tienen un oficio al que volver? Porque el Gaspi LLmzrs dicen que va a volver al consultorio, jajaja, como el Ñañe, que va poner consulta privada de chochólogo, ¿pero y el ^Z^ o tú mismo de qué ibais a vivir, de un despacho de influencias?
Vago el ^^ y la mayoría de los ineptos de tu clan, o pesebre o más jambre que en Haití. Anda y q t den por donde t gusta
«Quizá es que uno no se hace nunca del todo a la impudicia descarada el “stripper”.
Juá, juá, juá…..ay Buenas Letras, me parto contigo. Te has puesto nerviosillo abuelo, cuida la tensión, ya me has demostrado lo fácil que es picarte, cenutrio mío.
Muchos de ustedes no deben de saber que este anfitrión se abstuvo de esbribir durante años, tras su debut precoz en las más importantes publicaciones que había por aquel entonces. Manolo Vázquez Montalbán escribió alguna vez (entonces) que no había encontrado un tío que supiera más en la generación, pero yo creo que aquella agrafia era precisamente la consecuencia de un fardo tan pesado. En España, como en muchas partes, no se perdona con frecuencia el saber ajeno. Y menos el éxito. Es remamahuevos que repote lo de Buenas Letras seguro que sueña con ser ese alguien que probablemente nunca llegue a ser.
Curiosa confesión de parte, que no me ha extrañado en exceso, e la medida en que uno va conociéndose ya a sus clásicos. Es muy interesante lo que dice pero entiendo que eso de Salinger, como tantas otras posturas de escritores misántropos, es custión muy diferente al desaliento de jagm. No sé qué haría yo en caso de escribir, pero sospecho que compartiría este distanciamiento. Muy interesante siempre la opinión de autor.
Hace tiempo que escucho desde la puerta sin atreverme a entrar en el Casino con tanto estruendo por parte de unos cuantos. Que por ciereto, nunca dicen nada, se limitan a insultar e irse. Bueno, hoy entro porque me parece curioso que un escritor diario añore el silencio mientras tanto aspirante a escritor daría cualquier cosa por sacar media cuartilla en los papeles. Entiendo a jagm, y su cansancio. Pero no se le nota, afortunadamente, en su producción diaria. Felicito a esas dos profesoras por su idea. Lo van a tener difícil a la hora de elegir entre tantas cosas ineresantes como al cabo de los años lleva publicadas este hombre. ¿Un consejo? Ahí va: elijan las columnas de viajes y aquellas en que se deja llevar por la nostalgia, por su trasfondo poético. Personalmente tengo recortadas muchas de esa clase.
Tiene razón, si se piensa en algunos destinatarios de la obra escrita. ¡Margaritas a los cerdos! O si se piensa en la inutilidad de todo esfuerzo por mejorar la condición humana, que no creo que sea el caso. Entiendo a los que no escriben Es más me sorprendo de la fascinación que la publicación ejerce sobra tanta gente.
La España cainita, siempre alerta. No hagan caso. En cuanto al tema –que lo fue de nuestra juventud–,comprendo a fondo esa distancia de ja: está harto, lo que no supone –olvídense tanto carcas como apesebrados– que vaya a tirar la toalla. Hay gente con el espinazo duro. Eso difícilmente lo puede entender la tropa genuflexa.
Para mí que entre la Cerda Mayor y el Multiusos hay tomate. ¿Cual de ellos se quitará la dentadura primero? Yo creo que la cerda, la veo más impulsiva que al pejiguera de Multi.
Uuuhmmm, slups, slups,…
Oooooh sooooleee míiiiiiiooooo,….