Parece que Chaves se ha negado en redondo a aceptar un pacto de concentración en El Ejido, tal como se había propuesto desde el PP a todas fuerzas políticas. Y no le falta razón, probablemente, al margen de que siempre quepa preguntarle por qué, si tan convencido está de su incompatibilidad con los ediles del PAL ejidense (cuyo alcalde está en la cárcel), mantiene con los mismos en la Diputación Provincial esa estrategia que le permite conservarla en su poder. Una cosa es predicar y otra dar trigo, supongo que diría él, pero la contradicción seguiría ahí para escándalo de los ciudadanos. Cada día es más evidente que esta partitocracia no tiene arreglo.