Hace pocos días el presidente ZP declaró, como extraviado en el atolondramiento, que contra la subida imparable de los precios nada se podía hacer. Era una declaración bizarra, viniendo de alguien que, aunque no resulte fácil saber por qué, sigue declarándose ‘socialista’, sino que, al contrario, durante estos años complejos, si algo ha demostrado ha sido su fervorosa aceptación del modelo de libre mercado. Se comprende que no resulte fácil desasirse de las modas, y menos en el ámbito político, donde la emulación funciona a rajatabla por razones de competencia electoralista, incluso si, como en el caso de esta izquierda residual, aceptar el modelo del adversario histórico implique la defección absoluta. Cierto, un Gobierno liberal podrá mantener activa su larga mano haciendo y deshaciendo en el ámbito económico mientras las cosas le vayan bien, y por supuesto, uno que se proclame socialdemócrata o, incluso, socialista, no encontrará obstáculos para profesar en la práctica el manchesterianismo más riguroso mientras los vientos soplen de popa y los buenos resultados justifiquen su contradicción. ¡Pocas cosas tan agradecidas como el éxito político! Ahora bien, cuando esas cosas se tuercen y los resultados comienzan a fracasar, cuando, pongamos por caso, los precios se disparan día tras día y, en consecuencia, crece simétricamente el descontento de quienes ven menguar a ojos vista su poder adquisitivo, entonces ni los liberales tendrán reparos para tirar de subvenciones ni sus competidores para retornar al viejo modelo. Se ha convertido en un tópico eso de que las políticas económicas de Rato y Solbes no las distinguiría ni el ojo de un águila, pero verán como la coyuntura crítica que, sin la menor duda, vivimos ya, se encarga de aclarar las cosas gane quien gane los próximos comicios. Entre tanto, quien pagará el pato será el consumidor, o sea, usted, yo y el de más allá, que somos, justamente, quienes no tenemos opción alguna para interferir por activa o pasiva en la marcha de la economía salvo quitándonos el pan de la boca. Que le cuenten a un pensionista que más vale no “intervenir” en la economía mientras suben los garbanzos o la bombona de gas, y ya veremos lo que responde.
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No está tan claro, sin embargo, que la autoproclamada izquierda tenga las manos atadas ni que el desplazamiento de la socialdemocracia hacia el terreno de los neocapitalismos resulte irreversible. Miren lo que ocurre en Francia, donde en una semana el PS ha pasado de ofrecer cuatro a proponer diez medidas para paliar la pérdida del poder adquisitivo, medidas que incidirán –más allá de las protestas liberalizadoras– lo mismo sobre los salarios que sobre el precio de la energía, el alojamiento o los productos alimentarios de primera necesidad. Es más, para la semana próxima planean los socialistas franceses una activa campaña en la que se incluye una jornada de movilización durante la que se proyecta distribuir, como en los viejos tiempos, dos millones de panfletos que seguro que rescatarán del baúl de los recuerdos el viejo discurso reivindicativo. Luego se puede hacer algo frente a la subida de los precios, y si le es posible a la izquierda francesa plantearle esas medidas a un Gobierno de derecha, más fácil lo debe de tener la española para exigírselas a “su” propio Gobierno. Pero ¿en qué quedamos, debe respetarse con escrúpulo el capricho del mercado y el juego libérrimo de la oferta y la demanda, es imprescindible ‘dejar hacer’ a la Mano Invisible o habrá que volver a la satanizada “intervención” de la que todos reniegan pero que todos aplican a su turno? “Menos hablar del poder adquisitivo y más aumentarlo”, proclaman los vecinos sociatas. Aquí el presidente ha dicho ya que no hay nada que hacer y se ha quedado tan tranquilo. Claro que también tiene dicho que la economía se aprende en una tarde. Visto lo visto, parece que ése debe de ser su caso.
Estas cosas no se saben aquí. Como socialistase lo agradezco. Así sabré a qué atenerme cuando algún listillo me venga con el cuent de la imposibilidad de intervenir.
No comprendo por qué Nico Redondo ha tratado de devaluar su incontestable raznameinto al comparar al PSOE con el PSF. ¿Qué tiene que ver que el francés h i s t o r i c a m e n t e hy sido un desastre? Lospartidos cambian como laspersonas¨. Él sin más no es el mismo que era mientrasfue secretario general de su partido, es decir, hasta que ZP lo echó.
Merci.
Interesante. En efect, como se ha dicho, estas cosas aquí se ocultan. Pregunta: ¿tan inútil es la oposición (por ambas bandas) que no es capaz ni de enterarse de lo que ocurre aquí al lado de la frontera?
Hoy el PSF es bueno, pero lo nomal es que sea malo para gm. je je.
La miseria es la causa de estas trampas. El PSOE noqiere enterarse de nadaquelo perjudique o cuestione su actitud osus manejos. ¿Noacabamos de oír (vagamente, loconfieso) a Sociata? Estos no discurre, sólo porfían. Lo cul está bien mentrasganan,pero cuando pierden empequeñecen hasta casi desaparecero desaparecer del todo. es hago gracia de la lista de desaparecidos, empezando por González, hoy empleado del millonario Slim o como se llame.
Ya podía haber incluido a Guerra. o de genio y figura… ha resultado falso. Guerrano es ya más que un funcionario bienpagao, un estómago agradecid que amaga pero no da, que amenaza perojamás dispara. ¿Recuerdan cómo era cuando estaba en su cénit?
miau.
Además de don José Antonio, de doña Catalina y de don Griyo, me voy hacer discípula de don Quercus: su intervención de ayer pero ! qué bonita! Puedo asegurar que, al entrar en este espacio, el mismo gusto siento yo: me encantan un montón de seudónimos, por ejemplo «Uno que pasaba», pero hay otros muchos que no voy a citar, por no alargarme demasiado.
El artículo de hoy de don Jose Antonio tiene un tono muy grave, más grave de lo que acostumbra.Comprendo perfectamente lo que quiere decir.
Lo dificil de la época que nos ha tocado vivir ahí está: no podemos seguir viviendo despilfarrando como lo hacíamos, pero tampoco queremos un mundo donde el dinero sea aún más importante de lo que es actualmente.Nos sentimos solidarios de una sociedad y de un pais, y es esencial que a nuestro alrededor todos puedan vivir decentemente.Actualmente hay días que yo no sé muy bien qué política apoyar. Me caen tan mal los que dicen: «Dinero hay, en los bolsillos de los ricos», como los que afirman «hay que liberalizar el mercado, la educacion, la salud, la justicia…» No sé adonde vamos…. Pero desde luego, parace que el partito socialista español no hace su trabajo,:como está en el poder se ha vuelto el Partido conservador….y es lógico: quiere conservar el poder.
Estimados blogueros
Voy a la compra a un barrio humilde, donde conviven las tiendas de siempre con vendedores de acera. Se compran tomates a euro dos kilos, lechugas por medio y pescado (fresco) a la mitad de precio que en la gran superficie. La diferencia es geográfica (unos dos kilometros) y sobre todo de marketing.
Yo voy alli por tres razones: porque prefiero dar el beneficio alli, porque me siento mas a gusto entre ellos que corretear con un carro entre gente acelerada, y porque me gusta tomarme despues unos churros con café en el bar los mellizos.
Zapatero (que no frecuenta esos sitios) no sabe lo que cuesta un café, pero aprende economia en una tarde. Rajoy (que no ha ido nunca) lanza rebajas de impuestos, pero no tiene ni idea de como debe cambiar su organizacion para ganar de verdad ese electorado que le falta.
En los arrabales de Paris, en los de Marsella, en Napoles hay una sociedad a presión, de sangre joven y envenenada por las candilejas del consumo feroz. Y las multinacionales francesas llevan años llevandose las manufacturas a oriente, dejando sin oportunidades de trabajo a los hijos de aquellos que vinieron desde el magreb y si las tuvieron.
Buenas Tardes
30 nov 07 19:40
Febrero 1977. En las fachadas aparecen unos preciosos carteles naïf de José Ramón, parques, pajarillos, niños jugando, ancianos que pasean. “El Socialista” publica un artículo titulado “Así será la España socialista”. Allá se podía leer: ’En torno al viejo casco (restaurado), se esparcen las viviendas separadas por grandes espacios ajardinados…// Los trabajadores participan en la gestión de sus empresas y cada uno recibe su parte de los beneficios que obtienen…// El capital está socializado, es de todos…// Nacionalizada la banca, los bancos se limitan a cubrir sus gastos de gestión…’
Alto ahí. Que se pare el mundo, que yo me bajo, diría el Bambi circûnflêjo, seguro lector de Mafalda, COU edad de cristal. Diecisiete añitos. Y como el mundo no se paró, él sí detuvo su crecimiento personal e intelectual y ahí se quedó anclado. No le fue difícil seguir por el caminito, papá influyente con niño progre, sin saber lo que es un madrugón ni fichar todas las mañanas. Hasta llegar a diputado.
‘La economía se aprende en dos tardes’, le susurró el listillo de turno. Tal vez añadió ’… en dos patás’. Se lo creyó. Total, si en un enjuague entre Pascual y Arfonzo habían dejado al Bonito con dos palmos de narices, cómo no iban a superar los dos problemillas de nada que representa el neoliberalismo catecumenal. Hete aquí cómo se llega a presidir un gobierno, quedándose sentado al paso de las sagradas barras y estrellas y confraternizando con el gorila, con el indio, con el viejo cocodrilo agonizante.
‘La economía, idiota’ le dice en un bis a bis, su amigo el listillo. Él mira hacia todos lados y se da cuenta de que están ambos los dos solos. ‘Seguro que no es a mí‘, piensa y calla.
(A mi don Quercus, que llamé robur pero que es Encina y desde luego no alcornoque. Yo también he dormido no una ni dos, sino un puñado de noches en la playa, al cobijo de una paterilla bocabajo o al arrimo de algún poste de sombrajo. Lo que no canto son fandangos. El cielo me fulminaría.)
Uff. Creí que nunca iba a marchar esta diligencia. Lo conseguí. Catalina no es mi nick más apreciado, mi adorable doña Sicard, pero viniendo de usted hasta ‘perro infiel’ me sonaría grato.
Un beso a todos.
Lo que hay que hacer ante zarpazos como el de hoy no es insultar sino discutir (si se puede), querido Sociata, que no eres más bobo porque no te lo propones pero estate seguro de quien bien podrías mejorar tu propia marca. Francia no es España ni en esto ni en casi nada, don gm, no lo olvide, auqneu sólo sea porque usted mismo es tan francófilo (en el ben sentido).
Usted sabe bien que ni allá ni acá esos socialistas son socialistas e incluso en muchas ocasiones, nada que se le parezca. Dicen hoy eso en Fracia como dijeron hace años con Mitterand que había que dar nacionalizar el país y algo más tarde, cuando fracasaron, que había de privatizarlo de nuevo. El socialismo ha pasado, amigo, nos gueste a uste y a mí o nos deje de gustar la idea. Hoy no queda más que una cáscara vacía dentro de la cual viven muchos de los restos del viejo huevo.
No ve diferenci entre la política económica de España y la de los EEUU: un gobierno «socialista» y otro conservador y denostadísimo hacen lo mismo. Creo que lleva razón Rascayú. Por desgracia.
O será que no hay más que un modelo ya, que la sociedad al fin ha descubierto que su único funcionamiento posible es esta imperfectísima máquina de desigualdad. Esos doscientos y pico de euros con que ZP pretende «paliar» el descalabro de los pensionistas son en realidad una ofensa a los viejos trabajadores.
Sus compis radiofónicos de esta mañana no llevaban razón cuando lo criticaron. Me llamóla atención más en Del Pozo, que además de ser amigo suyo como es notorio a este blog, no tenía por qué barrer para dentro, como el otro. En fin, no tiene mayor importancia. U país que sobrevive a Maleni Aviaco debe de ser inmortal.
a icaria
no son alas de cera
las que animan tu pluma