Ya tenemos nuevo Gobierno, o más propiamente, dos en uno. Pocas dudas pueden caber de la elogiable buena disposición del presidente Moreno al cerrar con el “socio” ese ejecutivo tan demediado que éste, el “socio”, no se ha tentado la ropa a la hora de filtrarlo por libre saltándose la más elemental lealtad societaria. Y por si algo faltaba, ahí tienen la visita a Sevilla de Albert Rivera para ungir a “sus” consejeros como si lo suyo no fuera marcar el paso con el Presidente y mantener un digno segundo plano. Siempre hubo quejas por el hecho de que los Gobiernos andaluces fueran teledirigidos desde Madrid pero, al parecer, ahora pudiera ocurrir que esa influencia resultara doble. Veremos si Moreno, como sus antecesores sociatas, ejerce al, el menos, de enérgico virrey. Si no lo consigue habríamos hecho un viaje de ninguna parte a ninguna parte.