No está bien visto cuestionar el Estado de las Autonomías, lo sé, pero la verdad es que resulta ya inevitable por no pocas razones, entre las cuales está la absurda e injusta desigualdad de la carga fiscal entre los habitantes de nuestras comunidades. ¿Por qué en Madrid y otras autonomías los ciudadanos van a pagar menos impuestos o van a ver reducidos sustancialmente los costes de gestiones inevitables mientras los de Andalucía, por ejemplo, seguirán pagando al máximo? Esta ilógica situación va a precipitar el éxodo de empresas y tal vez el de vecinos hacia autonomías menos gravosas seguramente por más ahorrativas y, en cualquier caso, garantiza el tratamiento injusto de la inmensa mayoría.