Silencio hermético en medios del «régimen» a propósito del presunto pelotazo registrado en Almonte y en el que parece que –con la ayuda o el despiste de la municipalidad- alguien ha logrado convertir un euro en un millón. No es extraño, en fin de cuentas, si se recuerda que hace años y en el mismo concejo, también el presunto olvido de una secretaria (eso fue lo que argumentó la consejería correspondiente) permitió eliminar del PGOU local, en beneficio de unos avispados compradores –relacionados al más alto nivel político–, la página en que se especificaba la calificación de unos terrenos destinados a convertirse en urbanización. Corte y aldea no están tan lejos, después de todo. Y no sólo en ese pueblo.