La aprobación de matute de una norma, es decir, camuflada en el “cajón de sastre” (la expresión viene de los juristas, ojo) de la Ley de Acompañamiento del Presupuesto es, desde hace muchos años, una maniobra habitual y, todo hay que decirlo, no sólo en la Junta de Andalucía. Ahora, por ejemplo, en ese “cajón” viajará de matute la reforma del impuesto sobre la herencia que doña Susana ha concedido a Ciudadanos en pago de sus servicios y a cencerros tapados. Ni siquiera el rapapolvo del Consejo Consultivo de Andalucía –que pronunciado así parece mucho más de lo que en realidad es— y su dictamen de que tal reforma exige una ley propia y separada, inquieta, sin embargo, a un Parlamento cuyo presidente más parece un obsequioso juntero que un legislador. El “régimen” funciona siempre. Esta temporada apuntalado por C’s.